Este día promueve la reflexión histórica, el diálogo intercultural y el reconocimiento y respeto por los pueblos originarios.
Hasta 2010 la fecha fue conocida como el “Día de la Raza” y conmemoraba la llegada de Cristóbal Colón a América. Sin embargo, en 2010, en nuestro país, cambia su denominación por la del “Día del Respeto a la Diversidad Cultural”, dotándolo de un significado acorde al valor que asigna nuestra Constitución Nacional y diversos tratados y declaraciones de derechos humanos a la diversidad étnica y cultural de todos los pueblos.
Este cambio de paradigma implicó dejar atrás la conmemoración de “la conquista” de América para dar paso al análisis y a la valoración de la inmensa variedad de culturas que han aportado y aportan a la construcción de nuestra identidad.
Mediante el decreto 1584 se dejó atrás la idea de la existencia de “razas” humanas, forjada a partir de la conquista europea y los derechos derivados de ella. Las categorías raciales, creadas y naturalizadas, fueron instrumento para el dominio sobre las poblaciones indígenas (también de los esclavos africanos) y se articularon con aspectos económicos, políticos, religiosos, también de género, dando lugar a una matriz colonial de poder.
En principio, raza se asoció al “otro”, a la condición de los indígenas como personas legítimamente subyugadas por naturaleza divina, en razón de criterios morales y religiosos. Posteriormente, se sumó el color de la piel y se elaboró una compleja taxonomía. La discriminación, el racismo y la xenofobia que aún circulan en la sociedad contemporánea son pervivencias de aquellas clasificaciones coloniales.
La reformulación del 12 de octubre en términos del respeto a la diversidad cultural busca erradicar esos prejuicios sociales. Además, amplía la mirada sobre las alteridades que conforman la sociedad actual, evidenciando las múltiples poblaciones indígenas, afrodescendientes y migrantes a las que se busca revalorizar en su historia y presente, así como respetar y garantizar sus derechos.