“No puedo, ni quiero, ni debo renunciar a un sentimiento básico: la indignación ante el atropello, la cobardía y el asesinato”.
Prólogo para la primera edición de “Operación Masacre”, julio de 1957
Hoy, como cada 25 de marzo, se celebra una vez más el Día del Trabajador de Prensa de la República Argentina, tras establecerse en 1944 el Estatuto del Periodista Profesional de la Argentina, inspirado por Juan Domingo Perón desde la Secretaría de Trabajo y Previsión.
Al mismo tiempo, se cumple el 44° aniversario del asesinato de Rodolfo Walsh, acaso uno de los más emblemáticos trabajadores de prensa en el país, motivo por el cual muchos atribuyen la efeméride a ese trágico hecho. Pero la fecha en realidad conmemora un decreto del Poder Ejecutivo Nacional, del 25 de marzo de 1944, que estableció el Estatuto del Periodista Profesional de la Argentina.
Esa norma se convertiría en la ley 12.908, sancionada y promulgada en diciembre de 1946, con plena vigencia en la actualidad. A lo largo de los años transcurridos desde 1944 hubo épocas de conquistas y bienestar, y otras de fuertes injusticias, caracterizadas por la pérdida de derechos laborales y violentas persecuciones contra trabajadores.
La dictadura cívico militar instaurada en el país el 24 de marzo de 1976 intervino la Federación Argentina de Trabajadores de Prensa (Fatpren) y varias de las organizaciones de base; ordenó el secuestro y desaparición de más de cien periodistas; al tiempo que se disponía la censura de la libre actividad de expresión de la prensa y, también cercenaba todos los derechos laborales y sindicales.
También fue dicho gobierno dictatorial el que se encargó de secuestrar y asesinar, el 25 de marzo de 1977, al escritor, periodista y militante Rodolfo Walsh, quien el día anterior, tras vivir clandestinamente en la ciudad bonaerense de San Vicente, publicó una carta abierta donde desnudaba todas las atrocidades del primer año del nuevo régimen militar.
Fuente: https://www.cultura.gob.ar/rodolfo-walsh-periodista-y-militante-8663/