El 23 de septiembre de 1947, en Argentina, se aprobó la Ley 13.010 que permitió el voto femenino, gracias al influyente respaldo político de Eva Duarte de Perón, que resultó crucial para su implementación. Sin su decidida intervención, esta ley no habría entrado en vigor.
En 1907, Alicia Moreau fundó y lideró el Comité Pro-Sufragio Femenino con el propósito de reivindicar los derechos políticos de las mujeres. Este comité, originado en el seno del Partido Socialista, contó con la participación de Sara Justo, Julieta Lanteri y Elvira Rawson.
En 1911, el Comité Pro-Sufragio Femenino presentó su primer proyecto de ley de voto femenino en el Congreso de la Nación, a cargo del diputado Alfredo Palacios. Lamentablemente, el proyecto fue rechazado rotundamente y ni siquiera se sometió a debate.
En 1918, Alicia Moreau fundó la Unión Feminista Nacional, otra organización dedicada a la promoción de los derechos de la mujer.
En 1920, se llevaron a cabo dos simulacros de elecciones con campañas electorales incluidas, permitiendo que las militantes expresaran su opinión en los lugares de trabajo y las calles. También se llevaron a cabo charlas, conferencias y veladas literarias.
En 1922, Carolina Muzzilli fundó y dirigió el periódico Tribuna Femenina, que financió con su trabajo como costurera. Muzzilli llegó a ocupar el cargo de Inspectora de Higiene, lo que le permitió recorrer fábricas y defender los derechos de las obreras.
En 1926, con la aprobación de la Ley 11.357 sobre la “Capacidad Civil de la Mujer”, las argentinas alcanzaron la igualdad legal con los varones.
Finalmente, el 23 de septiembre de 1947, durante el mandato del presidente Juan Domingo Perón, se promulgó la Ley 13.010, que estableció el derecho al voto femenino en Argentina. El 11 de noviembre de 1951, las mujeres argentinas votaron por primera vez, con una participación del 90% del padrón femenino. Además, se eligieron un total de 109 mujeres entre diputadas, senadoras y legisladoras provinciales.
La Ley 13.010, en su artículo 1, estableció: “Las mujeres argentinas tendrán los mismos derechos políticos y estarán sujetas a las mismas obligaciones que las leyes otorgan o imponen a los varones argentinos”.