11 de septiembre – Día del Maestro en conmemoración del Fallecimiento de Domingo Faustino Sarmiento

Nacido en San Juan el 15 de febrero de 1811, Domingo Faustino Sarmiento dedicó su vida a la educación y al desarrollo de la Argentina. Fundador de escuelas, periodista, político y presidente de la Nación, su legado se destaca por su incansable labor para modernizar el país a través de la enseñanza, la infraestructura y la integración. Su gestión presidencial estuvo marcada por grandes avances en la educación pública, la expansión de las comunicaciones y el impulso a la industria, en un contexto político complejo y desafiante.

El Hombre

Faustino Valentín Sarmiento, conocido como Domingo Faustino, nombre que asumió en homenaje al santo de familia, nació en San Juan, capital de la provincia cuyana argentina, el 15 de febrero de 1811. Hijo de José Clemente Quiroga Sarmiento, arriero de mulas y peón ocasional, fervoroso soldado de la Independencia, y de Paula Albarracín, mujer fuerte y emprendedora que, en ausencia del padre, se imponía en el hogar.

Entre 1815 y 1821, Domingo cursó estudios en la Escuela de la Patria de su ciudad natal. En 1823, luego de tratar vanamente de ingresar al Colegio de Ciencias Morales en Buenos Aires, trabajó como asistente del ingeniero Víctor Barreau, en la Oficina de Topografía de San Juan. Su tío, el presbítero José de Oro -a cargo de los estudios de Domingo- fue desterrado en 1825, por exhibirse contra las reformas eclesiásticas. Se trasladaron juntos a San Luis, donde Sarmiento fundó su primera escuelita, siendo maestro y discípulo al mismo tiempo. De regreso a la ciudad, fue dependiente de la tienda de un familiar y, ya desde entonces, el joven Sarmiento leía cuanto libro podía obtener.

La victoria federal en 1831 y el triunfo posterior de Facundo Quiroga al reconquistar las provincias andinas, provocaron el primer destierro de Sarmiento que emigró a Chile, donde permaneció hasta 1836 realizando distintas actividades para subsistir. Estudió por su cuenta inglés, francés, alemán, leyó sobre historia y derecho. Trabajó como profesor en una escuela de la provincia de Los Andes, donde mantuvo con la alumna María Jesús del Canto, una relación amorosa de la que nació su única hija Ana Faustina, quien lo acompañó durante toda su vida. En 1836, mientras se desempeñaba como minero, contrajo fiebre tifoidea y, a pedido de su familia, el entonces gobernador, Nazario Benavídez, le permitió volver a su ciudad natal.

Allí fundó el Colegio de Pensionistas de Santa Rosa, instituto secundario para señoritas. Se inició en el periodismo con la creación del periódico El Zonda. Creó y dirigió en 1842 la Escuela Normal de Preceptores, primera institución latinoamericana especializada en preparar maestros.

Su labor como pedagogo fue reconocida por la Universidad de Chile que lo nombró miembro fundador de la Facultad de Filosofía y Humanidades; y en 1845, el presidente Manuel Montt Torres le encomendó la tarea de estudiar los sistemas educativos de Europa y Estados Unidos, hacia donde viajó.

En 1848 se casó con Benita Martínez Pastoriza, viuda de su amigo Domingo Castro y Calvo, y adoptó al hijo de éstos, Domingo Fidel (Dominguito), quien al estallar la guerra contra Paraguay y pese a la oposición de su madre, se alistó en el ejército argentino donde obtuvo el grado de capitán. Dominguito murió a los 21 años de edad, en 1866. Sarmiento escribió la biografía de su apreciado hijo adoptivo (Vida de Dominguito). La prematura muerte del joven lo entristeció hasta su propia muerte acaecida en Paraguay el 11 de septiembre de 1888, a los 77 años de edad. Sus restos regresaron a Buenos Aires y fueron sepultados en el Cementerio de la Recoleta.

El Funcionario

Sarmiento tuvo a lo largo de su vida una activa participación política. Luego de rechazar dos cargos como diputado en Buenos Aires, inició su carrera política como concejal en esa ciudad en 1855. Nombrado Jefe del Departamento de Escuelas, habilitó nuevos edificios de enseñanza y redactó la importante publicación pedagógica “Anales de la Educación Común”.

Desde el periódico El Nacional esbozó iniciativas que daban cuenta de su imagen política, propuso el cercamiento de las estancias, la ocupación y distribución de las tierras públicas; la regulación de las aduanas, ferrocarriles e inmigración. Desarrolló propuestas para todos los problemas que se presentaban a la naciente vida institucional argentina.

En 1857, como senador, propició el voto secreto y medidas de salubridad y circulación comercial. Continuó sus críticas al régimen de tierras de Buenos Aires, al “latifundio que no deja lugar al hombre, que ha nacido en la estancia de cuarenta leguas, que no tiene andando el día a caballo dónde reclinar su cabeza, que está sometido a las vacas, dueñas y señoras de la pampa”. [Susana Zanetti y Margarita Pontieri, en: “El ensayo: Domingo F. Sarmiento”, Historia de la literatura argentina, desde la Colonia hasta el Romanticismo, CEAL, Bs. As., 1967; tomo 1, pág. 379]

En 1862, al llegar a San Juan como teniente coronel, enviado por el presidente Bartolomé Mitre para sofocar un levantamiento de caudillos, sus coprovincianos le ofrecieron el gobierno. Luego de la muerte del general Ángel “Chacho” Peñaloza (1863), Sarmiento decretó el estado de sitio sin solicitarlo al gobierno nacional, por lo que fue desaprobado y renunció a la gobernación en 1864.

El presidente Mitre le encomendó la misión de ministro plenipotenciario en Estados Unidos. Allí residió tres años, en los que se vinculó con políticos, educadores, filántropos; fue invitado a dar conferencias en Nueva York y nombrado doctor honoris causa por la Universidad de Michigan.

En 1868 triunfó su candidatura a la presidencia con la fórmula Sarmiento–Alsina. Su gobierno encaró múltiples conflictos: guerra con Paraguay (terminada en 1870), epidemias de cólera y fiebre amarilla, levantamientos militares como el de López Jordán y asesinatos políticos como el de Urquiza, expediciones militares contra los indios, el pronunciamiento de Mitre y hasta un atentado contra su vida.

Luego, como Senador de la Nación (hasta 1875) y Director General de Escuelas de la provincia de Buenos Aires (1881), se ocupó de la inmigración y la enseñanza laica. Defendió la educación de la mujer a la par del hombre, y mantuvo amistad con Juana Manso, a quien consideró la única persona en América Latina que había interpretado su plan de educación.

Su gestión de gobierno como presidente, contexto y escenario político.

El 12 de octubre de 1868 asumió la presidencia de la Nación Domingo Faustino Sarmiento. Su gestión de gobierno estuvo contextualizada en un escenario político muy conflictivo. Por una parte, el fin de la Guerra de la Triple Alianza y las relaciones problemáticas con Brasil, además había una gran inestabilidad política en las provincias, a lo que se le agregaba afrontar también la rebelión del caudillo de Entre Ríos, López Jordán, los malones y la epidemia de fiebre amarilla. Durante su presidencia, en materia militar se sancionó la Ley de Reclutamiento Militar, compró los primeros buques modernos que tuvo la Nación, creó el Colegio Militar de la Nación, fundó la Escuela Naval, y el Arsenal de artillería de Zárate.

Además, promovió una política unificadora que pusiera fin al aislamiento entre las provincias: amplió el tendido de las redes ferroviarias y de los cables telegráficos. En 1871 se inauguró el telégrafo que une Buenos Aires con Córdoba y en 1874 se inauguró la primera línea telegráfica con Europa. También se modernizó el correo.

Impulsó fuertemente la educación pública y  la cultura, fundó ochocientas escuelas en todo el país, de ese modo la población escolar aumentó de treinta mil a cien mil alumnos, impulsó la creación de Bibliotecas populares y se realizó el primer Censo Escolar. Creó el Observatorio Astronómico de Córdoba, la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas.

A los fines del desarrollo económico e industrial de la Nación impulsó la minería, inauguró la primera Exposición Nacional De Córdoba (la cual exhibió productos agrícolas, ganaderos e industriales de nuestro país),  a la industria vitivinícola y a la de las carnes congeladas.

En su gestión presidencial se fundó el Jardín Zoológico, se realizó el primer Censo Nacional en 1869, se aprobó el Código Civil creado por su Ministro del Interior Dalmacio Vélez Sarsfield y se la inmigración favoreciendo la formación de colonias agrícolas. También se aumentó en gran medida la renta pública, se organizó la Contaduría Nacional, se creó el Boletín Oficial, se inauguró el Banco Hipotecario y el Nacional, también contrató un empréstito externo para obras públicas.

Dispuso la creación del Cementerio de la Chacarita con motivo de la epidemia de fiebre amarilla que afectó a la ciudad en 1871.

Al asumir la presidencia luego de prestar juramento ante el Congreso pronunció un discurso que contenía su programa político de gobierno, en el mismo insta a respetar la Constitución y las demás instituciones de la República.

                                “Las constituciones y sobre todo, la de los países libres no admiten la discusión por medio de las armas. Hacer armas contra la República, cualquiera sea el pretexto invocado, es un acto de traición; y nuestra Constitución, como la de los Estados Unidos que fue su modelo, ha puesto en el gobierno los medios eficaces para hacer que los pueblos no maldigan como día infausto el día en que se dieron una Constitución escrita”

Su presidencia culminó el 12 de octubre de 1874.

Fuentes:

PRESIDENCIA DE SARMIENTO (1868/1874) | El Historionauta

Domingo Faustino Sarmiento: el hombre, el político, el escritor, el viajero | Cultura

La gestión presidencial de Domingo Faustino Sarmiento | Museo Histórico Sarmiento (cultura.gob.ar)

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